CONTINUO ÉXTASIS
XVIII
No el cadáver de Dios lo que medito,
ni su traslumbramiento lo que muerdo:
venero de veneros cuanto agito
y gano y beso y pierdo.
A dentelladas, esplendor de ala
total en mi espadaña azul, resiste.
Copa, satisfaciéndome, resbala.
Pedernal fibra, embiste.
Oh campana de túnicas divinas:
linfas siempre divinas
en las cumbres divinas …
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