Cortejo y Epinicio.
Santiago: LOM Ediciones, 2002.

 

 

 

HOMENAJE A DEBUSSY



LXIX


En un cofre he traído sus calcinados huesos:
calentará mis días su fragancia lejana;
esparciré su harina sobre mi frío lecho:
será extender en mí su cabellera amada.

Calentara mis dial su fragancia lejana,
y el sol, amarillento, brillará un poco más:
será extender en mí su cabellera amada:
podré hundirme en el sueño como el tiempo en el mar.

Allá, lino en el lino,
lino:
«Tócame, clepsidra:
hierba de la brisa,
la flor de mi vientre: glaucas alquerías.»

Y el sol, amarillento, brillará un poco más
en los hondos espejos en que ya no me miro:
hundiéndome en el sueño, como el tiempo en el mar,
apretaré en la almohada oros desvanecidos.

En los hondos espejos en que ya no me miro
descubriré su rostro, su fragancia lejana,
y apretaré en la almohada oros desvanecidos:
será extender en mí su cabellera amada.


Allá, lino en el lino,
lino:
«Polen de los mundos:
corajes hirsutos,
la flor de mi aljibe: pétalos de humo.»

Descubriré su rostro, su fragancia lejana,
en el cofre que aduerme sus calcinados huesos:
será extender en mí su cabellera amada:
esparciré su harina sobre mi frío lecho.

Conmigo, perdurables, sus calcinados huesos
mazorcaran monásticos oros desvanecidos:
cuando su harina reine sobre mi frío lecho
podré ser un espejo de reflejo amarillo.

Allá, lino en el lino,
lino:
«Me pierdo en los campos:
tocas hierba viva: ricial de calvarios,
la flor de los mundos: me pierdo en los campos.»

Oros desvanecidos apretaré en la almohada:
calentará mis días su fragancia lejana:
será extender en mí su cabellera amada,
¡será extender en mí su cabellera amada!


Allá, lino en el lino,
lino:
sus calcinados huesos en un cofre he traído:
esparciré su harina sobre mi lecho frío
y apretaré en la almohada oros desvanecidos
y seré un hondo espejo de reflejo amarillo.

David Rosenmann-Taub. Cortejo y Epinicio
Santiago de Chile: LOM ediciones, 2002.