País más allá.
Santiago: LOM Ediciones, 2004.

 

 

 

Oh fango cinerario,
¿devoras los aullidos de mi madre?
Tómalos en tu luto,
de regazo a regazo.
                                       Me contienes:
acérrimo ricial desde que los rastrojos
de Ester me suplicaron
pulpa voluntariosa. Se desprende
de tus llagas un iris deslumbrante.

Esos aullidos lamen
tu corrompido logro,
completamente suyo
en el taimado anzuelo que nos cobija.
                                                             Madre,
Ester, dócil, te atisba de regazo a regazo.